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Por el Q:. H:. Luis Valente Verdín Ruiz
Gnosis palabra griega que significa “conocimiento”, se aplica al movimiento filosófico y religioso que influyó en el mundo del Mediterráneo desde el siglo I a.c., hasta el siglo III d.c., el nombre se deriva del hecho de que prometía la salvación a través del conocimiento o comprensión secreta de la realidad que poseían sus devotos.
A pesar de la compleja diversidad de los grupos Gnósticos y de sus enseñanzas, las doctrinas básicas del Gnosticismo forman un patrón identificable de creencias y prácticas. Un dualismo penetrante respalda a la mayor parte del pensamiento Gnóstico. El bien y el mal, la luz y la oscuridad, la verdad y la falsedad, el espíritu y la materia, todos éstos se oponían a la experiencia humana del “Ser o no Ser” y el Universo creado y la existencia humana se caracterizaban por una separación radical entre lo espiritual, que era real y lo físico que era ilusorio. Esta separación era resultado de una tragedia cósmica, descrita de diferentes maneras en la mitología gnóstica y como consecuencia chispas de deidad quedaron atrapadas en el mundo físico que se podían liberar únicamente por el conocimiento salvador que fue revelado a una elite espiritual mediante un mensajero desde el mundo espiritual, que se identificaba como Seth (uno de los hijos de Adán), Jesús o alguna otra figura. Se creía que renunciar a los deseos físicos y un ascetismo estricto, junto con los ritos místicos de iniciación, se libera el alma de los creyentes de la prisión de la existencia física.
Asociado a las leyendas de Simón Magus, un hechicero samaritano que se menciona en la Biblia en Hechos 8:9-24, es posible que el gnosticismo se haya originado en el cercano oriente como síntesis de las ideas orientales y griegas, antes de la aparición del cristianismo. Alcanzó su máxima influencia como secta cristiana a mediados del siglo II d.c. cuando estaba representada por los maestros egipcios Basilides y Valentinus y cuando la ortodoxia cristiana se definió en el periodo que siguió, el gnosticismo empezó a decaer y gradualmente se le llevó a la periferia del mundo cristiano.
El interés de los gnósticos revivió en el siglo XX con el descubrimiento de los manuscritos gnósticos que antes se creían perdidos, en el Turkestán, entre 1902 y 1914.
Los Evangelios Gnósticos que han existido por lo menos tanto tiempo como los evangelios del nuevo testamento pero éstos trabajos no canónigos se dieron a conocer a partir de la publicación de 52 rollos de papiro en escritura copta desenterrados en diciembre de 1945 cerca de la ciudad de Nag Hammadi en el alto Egipto. Fueron encontrados por un joven árabe llamado Muhammed Ali Al Samman y sus hermanos en un jarra roja sellada de casi noventa centímetros de altura. Lo llevaron a casa y como Ali estaba siendo investigado pidió al sacerdote local los escondiera. Por lo que el sacerdote se percató del posible valor de los documentos, y mandó algunos al Cairo para que fueran valuados. Pasaron de mano en mano hasta que llegaron a el Prof. Quispel de la fundación Jung. Quien se dio cuenta de que lo que estaba viendo eran textos hasta entonces desconocidos que habían sido enterrados hacía casi 1600 años en un periodo crucial de la formación de la iglesia católica romana. Los rollos descubiertos fueron suprimidos por los eclesiásticos por considerarse heréticos, de no haber sido así la iglesia católica se habría desarrollado en una dirección muy diferente y la forma ortodoxa de la religión que conocemos en la actualidad podría no haber existido.
Por ésta razón y por querer sustraer el dogma ya que la gnosis según el evangelio a semejanza de todas las escrituras y enseñanzas religiosas debe interpretarse en sentido esotérico, es decir como expresión simbólica. Es así que es perseguida después como herejía por la iglesia católica.
Parece razonable que aún quedan descubrimientos por hacer en el futuro y que en el pasado se han hecho muchos que no se registraron. Por lo que podemos catalogar en las siguientes tres formas: los que se conocen y están registrados, los destruidos o perdidos, y los que se encontraron y aún están secreto. Por lo que podemos especular que los Templarios hayan desenterrado algunos pero que los mantuvieron escondidos a la vista del mundo.
El evangelio, las epístolas y el Apocalipsis de San Juan revelan muy claramente un fundamento gnóstico, y ésta tradición gnóstica o juanítica representa en el cristianismo el punto de contacto más directo con la masonería.
Concluimos que el concepto de Gnosis es el opuesto al concepto de la iglesia de fe y que es un tipo de proceso de pensamiento que encaja bien con la masonería.
Para dudas y comentarios:
BIBLIOGRAFIA
La Clave Secreta de Hiram
CHRISTOPHER KNIGHT Y ROBERT LOMAS
MANUAL DEL APRENDIZ
MAGISTER
TERCERA EDICION